La Arquitectura engloba el grueso de distintos ámbitos: El artístico, el social, el privado, y cada vez más el ecológico y de eficiencia. Dentro de estos, la arquitectura busca cubrirlos, llevando a cabo la creación de un espacio, de manera que cumpla las funciones y necesidades para las que ha sido ideado.
La arquitectura es el arte en cuyo interior nos movemos; es el arte que nos envuelve. Es conocida como el arte inevitable.
Durante las 24 horas del día estamos en edificios, en los espacios definidos por ellos o en los paisajes creados por la mano del hombre. De quererlo así, nos resultaría fácil evitar deliberadamente la visión de pinturas, esculturas, dibujos o cualquier producto de las artes visuales. Pero la arquitectura nos afecta constantemente, configura nuestra conducta y condiciona nuestro estado de ánimo psicológico.
Los ciegos no pueden ver cuadros, los sordos no pueden escuchar música, pero, como todos los seres humanos están obligados a tener trato con la arquitectura. La arquitectura, más que dedicarse a ser un mero cobijo o paraguas protector, es también la crónica física de de las actividades y aspiraciones humanas. Es nuestro patrimonio cultural.
Fragmento extraído de la obra «entender la arquitectura, sus elementos, historia y significado» de Leland M. Roth